Es la modalidad más exigente, se trata de personas muy acostumbradas a la ultraresistencia que quieran intentar hacer este desafío en un tiempo récord, normalmente en menos de 24 horas. No será fácil por dos cuestiones, una que son bastantes metros de desnivel y otra que nuestros caminos no son de progresión fácil, no son pistas rápidas y por tanto correr es lento y complicado.
Si queremos destacar aquí algunas bajadas peligrosas para estar alerta con ellas:
Bajada del Castaño a la Peña de Arias Montano, con tramos anchos e inclinados de piedra suelta y las famosas trampas de los regajos.
Bajada de Galaroza a la La Nava por carril de grava suelta muy ancha e inclinada con cruce de nacional al final.
Esta modalidad está pensada para que cada uno pueda realizar la actividad en el número de etapas que considere se ajustan mejor a sus condiciones, teniendo en cuenta diferentes aspectos:
Calcular etapas que acaben en zonas con alojamiento (que son la mayoría de los pueblos por los que pasamos).
Que el itinerario es circular, por lo que puedo comenzar y acabar en el lugar de referencia al que llegue con el coche por ejemplo.
Para esta modalidad el desafío es un paraíso puesto que es apto para el uso de bastones en más del 95% de suelo blando y terreno rompepiernas donde se le saca mucho partido al buen uso de la técnica. La dificultad es otra: algunos tramos de vegetación baja que dificulta el uso de bastones, mucha piedra suelta y rocas que hacen golpeo y cambio constante de firme que nos obliga a leer muy bien el terreno.
Esta modalidad como es sabido, combina la BTT con la carrera por montaña. La idea es dar la posibilidad de que se haga el Desafío Patanegra con 24 kilómetros de carrera por montaña, 68 kilómetros de maratón BTT y 11 kilómetros de carrera por montaña de nuevo.
Esto obliga a un mínimo de 2 transiciones para cambiarse de zapatillas y tomar y dejar la bicicleta.